FUERZA (I)

Todo movimiento humano, y por tanto todo gesto deportivo; se produce por una activación de la musculatura esquelética, la cual produce una fuerza sobre una resistencia externa (balón, raqueta, jabalina…) o sobre nuestro propio cuerpo (por la 3ª ley de Newton, Acción – Reacción) y se genera el movimiento, ya sea de aceleración o deceleración.

Es por esto por lo que podemos decir que la Fuerza es la capacidad condicional de las que dependen el resto. Un halterófilo claramente depende de la fuerza, pero al igual que un maratoniano, que necesita producir fuerza durante 42 km en cada zancada (aunque la producción de fuerza sea menor pero más continuada que el halterófilo).

Lo mismo pasa en el baloncesto, donde cada acción viene determinada por la fuerza que aplica el jugador: salidas, sprints, defensas, saltos, cierre de rebote, … aunque la resistencia a vencer normalmente sea ligera (el propio cuerpo) son todas acciones determinadas por la fuerza.

Según Weineck (2011) la fuerza nunca va a manifestarse de una forma “pura”, siempre se relaciona con otras capacidades condicionales. Según este criterio, podemos diferenciar las siguientes manifestaciones:

  • Fuerza máxima: Es la máxima activación muscular que el sistema neuromuscular es capaz de desarrollar de forma voluntaria. Tradicionalmente se asocia esta manifestación de fuerza con la 1 RM (repetición máxima) del deportista.
  • Fuerza rápida: Es la capacidad de un músculo o grupo muscular de acelerar cierta masa hasta la máxima velocidad (Álvarez del Villar, 1983). También se puede definir como la producción en el menor tiempo posible. Este término también es conocido como Fuerza Explosiva.
  • Fuerza resistencia: capacidad del músculo a resistir la fatiga ante ejercicios prolongados.

Aunque esta clasificación es muy genérica, ya que la fuerza se puede clasificar de muchas más formas atendiendo a otros criterios; nos sirve para explicar de forma sencilla y clara cuales son las manifestaciones que más aparecen en el baloncesto.

Como ya se ha dicho en este blog, el baloncesto según Cometti (2006), consiste en una serie de esfuerzos intermitentes, una alternancia de sprints cortos y de saltos y descansos activos o pasivos. Esta afirmación quiere decir que las acciones decisivas durante el juego son aquellas de alta intensidad y poca duración (arrancadas, cambios de velocidad, saltos…), y, por tanto, estas acciones se clasifican como FUERZA RÁPIDA. Pero un jugador de baloncesto, durante un partido, no solo hace una acción explosiva, si no que estas continúan en el tiempo a lo largo de todo el partido.

Por lo tanto, atendiendo a Cordente (2009) “podemos definir el baloncesto como un deporte de resistencia a esfuerzos de alta intensidad repetidos con una alta frecuencia”; se puede afirmar que la fuerza predominante durante un partido de baloncesto es la Resistencia a la Fuerza Rápida.

BIBLIOGRAFÍA:

Alvarez del Villar, (1983). La preparación física del fútbol basada en el atletismo. Madrid. Gimnos.

Cometti, C (2006). La preparación física en el baloncesto. Madrid. Paidotribo.

Cordente, C (2009). Diferencia entre la preparación física de formación y ACB. Sampedro Molinevo, J (Ed). Modelos de preparación física del baloncesto: una visión científica ( ). Madrid: Atos Origin.

Weineck, J (2005). Entrenamiento total. Barcelona. Paidotribo.

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