Como hemos visto en otras entradas de este blog:
- https://ljdunk.wordpress.com/2016/09/02/planificacion-1-terminos-y-unidades-de-planificacion/
- https://ljdunk.wordpress.com/2016/09/16/planificacion-ii-contenidos-del-entrenamiento/
la planificación es quizás el primer paso para poder alcanzar nuestros objetivos en el entrenamiento.
Saber que trabajar, cuando y como trabajarlo es esencial para que puedan producirse los procesos de adaptación necesarios y llegar a ese punto temporal en el mejor estado de forma.
La planificación en deportes individuales cíclicos, se ha ido desarrollando a lo largo de los años y hoy en día tenemos metodologías bien definidas (macrociclo tradicional, integrado, ATR…) y contrastadas que en función de unos u otros objetivos podemos utilizar.
Los deportes de equipo suponen un reto ligeramente más complicado a la hora de asentar una planificación. Según Martin Acero et col. (2013) encontramos las siguientes dificultades:
- Mucha cantidad de contenidos de entrenamiento: físicos, coordinativos, técnico, tácticos, psicológicos, cognitivo-perceptivos, emocionales…
- Alta disgregación de los ejercicios, y poca organización de los mismos (en cuanto a especificidad)
- Imposibilidad de definir cuantitativamente las cargas más específicas (en los entrenamiento técnico tácticos sobre todo).
- El calendario de competiciones.
Es en este último punto dónde queremos focalizar este artículo.
La competición de los deportes de equipo, por norma general, está diseñada para competir cada semana durante 7-8 meses, pudiendo llegar a 9 en algunos casos. La pretemporada, con una duración de entre 1 y 2 meses (dependiendo de la especialidad deportiva y el nivel competitivo), es necesaria para adquirir el estado de forma óptimo de cara a la competición, el problema viene cuando nos damos cuenta que el periodo competitivo son al menos 7 meses.
La planificación y programación del entrenamiento en deportes individuales, busca picos de forma muy aislados, de una o dos semanas; un mes como mucho, en momentos determinados de la temporada. Como hemos dicho, en deportes de equipo, el estado de forma competitiva debe alargarse 7 o más meses.
Dentro del periodo competitivo, es la microestructura la que va a determinar la planificación. Con microestructura nos referimos a periodos conocidos comúnmente en la bibliografía como Microciclos. El Microciclo lo entendemos como el periodo que va de una competición a otra; normalmente son 7 días, pero podemos encontrarnos periodos más cortos (3-4 días si se compite entre semana) o más largos (15 días si hay parón durante un fin de semana).
La oscilación de la carga se realizará dentro de estos periodos, y será la competición próxima la que determina la orientación de dicha carga. Por este motivo es tan importante el análisis de la competición. Lo primero que debemos asumir a la hora de planificar la temporada, es que el calendario de competición va a condicionar la periodización del entrenamiento, su planificación y su programación (Martin Acero et col., 2013).
Con toda esta información, se debe establecer los grados de competición de cada jornada. El grado estará determinado por nuestro objetivo y por el objetivo del equipo rival, entendiendo que equipos con nuestro mismo objetivo es el máximo grado competitivo:
- Competición máxima (C3): Rivales directos, la victoria es imprescindible para conseguir nuestro objetivo.
- Competición media (C2): Rivales con los que se debe competir, la victoria ayudaría mucho a conseguir el objetivo.
- Competición baja (C1): Rivales que ya sea por ser muy superiores (imposible competir) o muy inferiores (muy fáciles de ganar) suponen poca carga competitiva.
A raíz de esta clasificación, diferenciaremos entre 3 tipos de microciclo:
- Microciclo competitivo: cuando se juegue contra rivales directos. El jugador debe llegar en un estado óptimo de forma. La orientación de la carga es competitiva (Fuerza reactivo-elástico-explosiva, Resistencia a la fuerza r.e.e, RSA).
- Microciclo específico: cuando se juegue contra rivales con los que se debe competir. El jugador debe llegar en un buen estado de forma, aunque no sea su máximo. La carga de este microciclo es específica (Fuerza explosiva, capacidad y potencia aláctica, potencia láctica).
- Microciclo general: ya sea por jugar contra un rival muy fuerte (muy difícil de competir) o muy inferior (muy fácil de ganar) se asume que el equipo va a llegar “cargado” a la competición. La orientación de la carga es general (Fuerza máxima, capacidad láctica, potencia aeróbica).

Figura 1: Orientación de la carga en función del Rival (C3 máxima competición; C2 competición media; C1 competición baja). El amarillo representa la carga específica y el azul la carga general. |
En la figura 1 vemos como oscila la orientación de la carga a lo largo de un mes de competición, en el que tenemos 4 competiciones. Dependiendo de la importancia que le hayamos dado previamente a cada competición afrontaremos cada microciclo de una forma.
En la figura 2 vemos la oscilación del volumen y la intensidad en el mismo mes competitivo. Los microciclos de C3 se caracterizan por tener una clara predominancia de la intensidad, frente a los microciclos C1 donde el volumen aumenta considerablemente.

Figura 2: Oscilación del Volumen (azul) e Intensidad (amarillo) en función del grado de competición. |
En siguientes entradas veremos cómo ordenar los contenidos de entrenamiento dentro de cada microciclo y cómo planificar las sesiones para llegar a la competición en el mejor estado de forma.
Bibliografía:
- Martín Acero,R; Seirul-lo, F; Lago, C; Lalín, C. (2013) Causas objetivas de la planificación de deportes de equipo (I): Estado de forma y calendarios. Revista de Entrenamiento Deportivo. 27(1)
- Martín Acero,R; Seirul-lo, F; Lago, C; Lalín, C. (2013) Causas objetivas de la planificación de deportes de equipo (II): La Microestructura (Microciclos). Revista de Entrenamiento Deportivo. 27(1)
¡Estupenda entrada!
Con esto ya podremos ir descartando las periodizaciones clásicas de los macrociclos ATR, ¿verdad?.
Un saludo.
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En nuestra opinión, no somos partidarios de descartar nada. Cada deportista y deporte tiene una metodología propia en la que se puede albergar muchos métodos y planificaciones. Es cierto que en el caso del ATR no terminamos de visualizarlo en un deporte donde se compite cada fin de semana aunque tradicionalmente desde mediados y finales de los 90 muchos preparadores físicos de deportes colectivos han utilizado este método adaptado a su deporte pero en nuestra opinión desvirtuando lo que es el ATR exactamente partiendo de la base que a nivel físico el ATR tiene un alto volumen y alta intensidad.
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