APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO

Dentro del mundo del entrenamiento, conocemos los “Principios del entrenamiento” como normas de carácter general que nos ayudan a controlar el proceso de entrenamiento.

El proceso de entrenamiento es muy complejo, donde encontramos un gran número de variables que pueden influir en el desarrollo y en el resultado final. Tener claro cuales son los principios básicos del entrenamiento es necesario para dejar menos margen al azar en este complicado proceso.

Estos principios deben aplicarse en la preparación física, lógicamente; pero también en el entrenamiento técnico táctico que realizamos en cancha. Hemos dado con entrenadores que consideran que ellos no tienen porqué conocer acerca de estos principios, dejando este campo a los preparadores físicos.

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Nuestra opinión es la opuesta radicalmente. Un entrenador está continuamente aplicando estímulos sobre los jugadores, y por ello debe conocer las normas básicas que rigen el entrenamiento deportivo; haciendo así más eficaz el proceso de entrenamiento y evitando en parte situaciones de riesgo como el sobreentrenamiento.

A continuación vamos a plantear estos principios, con una breve descripción, y un ejemplo práctico (en cursiva) de cómo podemos aplicarlo al baloncesto.

  • Principio de estímulo eficaz para el entrenamiento: El entrenamiento debe suponer un estímulo suficiente que supere el umbral mínimo de adaptación del jugador, pero sin sobrepasar el umbral de sobreentrenamiento.

En cada sesión, estamos aplicando una serie de estímulos al organismo de los jugadores. Debemos saber cuando y como aplicarlos, para estar siempre en la zona de entrenamiento óptima. Un lunes después de haber jugado un domingo, la sesión debe estar orientada a la regeneración y recuperación, haciendo un trabajo más suave; por ejemplo.

  •  Principio de carga individualizada: Los estímulos de entrenamiento deben corresponderse con la capacidad psicofísica y con las necesidades de cada deportista.

Cada jugador tiene unas necesidades, un ritmo de aprendizaje, una tolerancia a la carga distintos. Los ejercicios que planteamos en el entrenamiento deben poder adaptarse a las necesidades de todos los jugadores. Someter al mismo estímulo de carrera a un base que a un pivot es un error, cada uno tiene sus necesidades específicas. 

  • Principio de progresión: las exigencias planteadas al deportista deben aumentar de forma sistemática, dependiendo del nivel del deportista.

El entrenamiento debe ir de menos a más, en todos los aspectos, tanto técnico-táctico como físico. No podemos pasar de no entrenar nada en verano a entrenar 7 días por semana 2 horas al día. El inicio al entrenamiento debe ser de forma gradual. De no ser así podemos someter a los jugadores a un estrés que desemboque en lesiones y mal rendimiento. 

  • Principio de sucesión correcta de las cargas: Dentro de una misma sesión de entrenamiento, debemos estructurar los estímulos para que tengan la menor interferencia unos con otros.

Si quiero introducir cuestiones nuevas de técnica o táctica, hacerlo al principio, cuando el jugador este “fresco”. No introducir estas cuestiones cuando el jugador esté en fatiga. 

  • Principio de la carga variada: Para que la adaptación sea continua y no nos “estanquemos” en el proceso de entrenamiento, debemos aplicar estímulos diferentes al organismo.

Cuando se comienza un entrenamiento existe una mejora de rendimiento exponencial, pero si no se cambia ese entrenamiento llegamos a una meseta donde las mejoras son muy lentas. Debemos continuamente variar el estímulo para someter a continuas adaptaciones al organismo. Si siempre entreno al mismo ritmo y uso los mismos ejercicios, llegará un punto donde el equipo se estanque y no haya mejoras visibles.

  • Principio de relación optima entre carga y recuperación: También conocido como principio de SUPERCOMPENSACIÓN, se basa en la existencia de periodos de carga y periodos de recuperación en el proceso de entrenamiento. En los periodos de carga, se rompe el estado de equilibrio del organismo, y durante la recuperación se vuelve a ese estado e incluso se supera. Manejar de forma optima estos periodos nos va a asegurar que el organismo se adapte continuamente y mejore progresivamente el rendimiento

A lo largo de la temporada, debemos respetar los periodos de descanso. Dentro de las semanas debe haber días de descanso, igual que dentro de los meses debe haber semanas de menos carga. Si no se respetan estos periodos de descanso, por más que se entrene, no se mejorará el rendimiento, de hecho este rendimiento cae.

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  • Principio de la carga continua: Para mejorar el rendimiento, los estímulos de entrenamiento deben realizarse de forma continua y controlada. Estímulos aislados no hacen que mejore el rendimiento.

La temporada debe planificarse con los entrenamientos de forma que nunca pase un tiempo excesivo entre las sesiones (no más de 3 días), menos en periodos de descanso o vacaciones.

  • Principio de adecuación a la edad: La edad biológica desempeña un papel decisivo para las capacidades de rendimiento y la carga que puede soportar un deportista. La edad biológica no coincide con la edad cronológica, y el entrenamiento debe estar adaptado a la edad biológica.

En todos los equipos siempre hay jugadores que destacan por haber desarrollado antes, y tener más fuerza, más velocidad y más resistencia; eso no asegura que esos jugadores vayan a alcanzar alto nivel. En las sesiones de entrenamiento debemos tener en cuenta la carga que estos jugadores pueden soportar, frente a aquellos que aún no han madurado biologicamente.

  • Principio de especialización de la carga: Cada especialidad deportiva tiene unas exigencias específicas, hacia las que debemos orientar el entrenamiento.

El baloncesto es un deporte de fuerza rápida, por lo que la mayoría de los estímulos que reciben los jugadores deben estar relacionados con la rapidez y velocidad. De nada nos sirve trabajar técnica individual si no es a máxima velocidad (menos en fases de asimilación de la técnica).

  • Principio de la relación óptima entre preparación general y específica: Dependiendo de la etapa deportiva del jugador, necesitará desarrollar más sus capacidades específicas o generales. En alto nivel el entrenamiento se especializa mucho, aunque siempre hay que mantener un periodo general; en principiantes la orientación debe ser mayoritariamente general.

Cuando un jugador comienza la práctica del baloncesto, el entrenamiento debe estar orientado en su gran mayoría al desarrollo de capacidades y aptitudes generales: coordinación, psicomotricidad, técnica de los movimientos básicos (correr, saltar, lanzar) antes de empezar el trabajo de la técnica específica del baloncesto.

BIBLIOGRAFÍA

  • Weineck, J (2005) Entrenamiento total. Paidotribo

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