A menudo en el ámbito de la preparación física y el entrenamiento deportivo; jugadores, entrenadores y preparadores físicos centran gran parte de sus esfuerzos (sino todos) en el tiempo de entrenamiento ya sea en pista o en el gimnasio, sin prestar tanta importancia a todo lo que le rodea: alimentación, hidratación, descanso, higiene, etc.
Los 3 pilares del éxito en cualquier deporte, son el entrenamiento, entrenamiento invisible y el estado de ánimo del deportista.
El entrenamiento invisible consiste en todas aquellas estrategias que permiten facilitar los procesos de recuperación y adaptación entre entrenamientos favoreciendo el buen estado del deportista. Son todas aquellas conductas que se llevan a cabo fuera del tiempo de entrenamiento y forman una parte más del proceso de preparación para conseguir sus metas. De ello dependerá que se consigan las adaptaciones perseguidas con el entrenamiento.
Estas acciones son de gran importancia si queremos rendir en nuestro deporte al máximo nivel y reducir el riesgo de lesiones
En esta primera entrada haremos una introducción breve del concepto general para en posteriores profundizar en cada uno de los aspectos. Puesto que como afirma Antonio Bores (preparador físico selección española fútbol sala) “ uno es deportista los 365 días del año, las 24 horas del día”
Son varios los aspectos que forman parte del entrenamiento invisible.
La higiene hace referencia al orden y comportamiento del deportista, es decir sus hábitos. Podemos incluir los horarios de comidas, el descanso adecuado, limpieza dental, etc.

La alimentación debe ser acorde a las necesidades individuales y del deporte. El que y timing de los que come un deportista es vital en la recuperación, regeneración y mejoras fisiológicas. Es necesario el correcto aporte de los diferentes macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) además de vitaminas (debido a su función antioxidante) y quizás deba considerars la necesidad de ayudas ergogénicas y suplementos (como cafeína y creatina).
El sueño es el medio más efectivo para acelerar y favorecer la recuperación, puesto que es cuando se aumenta la secreción de la hormona de crecimiento. También de especial importancia los métodos de recuperación activos o pasivos que se implementen con el objetivo permitir al jugador rendir en las mejores condiciones posibles. Los métodos son numerosos, entre ellos encontramos el foam roller, game ready, stretching, baños con frío, recuperación activa, etc.
Puede parecer un concepto reservado únicamente para jugadores de élite, pero nosotros no lo consideramos así. Cualquier jugador que quiera ser mejor y progresar (pensamos que es el caso de casi todos) debe prestar especial atención a las acciones que realice fuera del tiempo de entrenamiento, puesto que el fenómeno de supercompensacion se inicia inmediatamente después del fin de un entrenamiento hasta el comienzo del próximo. De cómo actué el jugador dependerá fundamentalmente los resultados y mejoras obtenidas a través del entrenamiento.
En próximas entradas hablaremos en mayor profundidad de los aspectos más relevantes del entrenamiento invisible: métodos de recuperación, hidratación, alimentación, descanso. etc.