ENTREVISTA: RAÚL CUENCA

Para esta 8ªentrevista, contamos con Raúl Cuenca, actual preparador físico del CB ALMANSA que ha finalizado la temporada consiguiendo el ascenso a LEB ORO (tercer ascenso seguido en 3 años para el club).

1. Qué formación/formaciones y/o experiencia adquiriste para dedicarte a la preparación física ? Cuál ha sido tu trayectoria hasta ahora?

En primer lugar, gracias por contar conmigo para este gran proyecto online que es LJ Dunk y enhorabuena por vuestro trabajo. 

Soy licenciado en CAFD (UCLM), Máster de Alto Rendimiento en Deportes de equipo (UB) y Entrenador Superior de Baloncesto. 

Mi trayectoria siempre se ha combinado con diferentes labores dentro de los clubes en los que he estado, tanto de preparador físico como entrenador. Esta es mi temporada nº 11 continuada desde que comencé a entrenar , habiendo trabajado en equipos de cantera y senior de varios clubes: Fuenlabrada, RD Yecla, FBRM, Valencia Basket, CD Sedavi, CB Alginet, CB Sedavi, CB Caravaca, CB Martinez Valls y desde las 2 ultimas temporadas en CB Almansa (coordinador PF cantera y entrenador ayudante y preparador físico en el primero equipo).

2. Qué es lo que te llevo a dedicarte a la preparación física? 

Especialmente la pasión por ver mejorar a los jugadores que tengo la suerte de poder entrenar. Ayudarles a subir un escalón más, enseñarles diferentes aspectos relacionados con el movimiento y el cuidado corporal. Es todo un reto, ya que hay múltiples áreas del deportista sobre los que poder actuar y, a la vez, muchos factores a tener en cuenta, por lo que hoy en día se trata de una ciencia en la que hay que estar en formación constante debido a la la complejidad de los deportes de equipo. 

3. ¿Que test consideras fundamentales realizar antes y durante la temporada para controlar el estado físico de tus jugadores y reducir la incidencia de lesiones? 

La prevención de lesiones tanto en el Leb Oro como en la cantera del CB Almansa es nuestra principal objetivo físico con los jugadores y jugadoras con los que trabajamos en el club desde que me hice cargo de la preparación física en el club. 

Evidentemente, con la cantera hacemos un trabajo más básico, pero en el Leb Oro tratamos de individualizar al máximo. Tenemos un área multidisciplinar formada por 2 preparadores físicos, 2 fisioterapeutas y un doctor. Entre todos nos centramos en evaluar lo mejor posible al jugador para poder ayudarle posteriormente a crecer a nivel físico. 

Al inicio, los jugadores realizan una revisión completa en un centro de medicina deportiva (prueba de esfuerzo en tapiz rodante con ergometría, ECG y antropometría). Durante la temporada controlamos semanalmente el peso, % de grasa y musculo con bioimpedancia.

Evaluamos la movilidad de las articulaciones que más incidencia lesional suelen tener en el basket (tobillos y rodillas): dorsiflexión y extensión de tobillo, test de Thomas, Y Test, Single leg Hop test y Single Leg Squat.

Una vez que tenemos estos test, depende de cada jugador repetimos los test según los valores obtenidos, de manera individual y según vaya evolucionando el jugador. Cada jugador tiene unas rutinas de trabajo para reducir déficits y fortalecer aquellas zonas que necesite que realiza entre 2 y 3 veces por semana.

4. ¿Que importancia le das al trabajo genérico y al específico dentro de tu planificación?

La capacidad condicional fundamental sobre la que gira nuestra manera de ver la preparación física es la fuerza y la priorizamos en la estructura semanal y al inicio de la pretemporada. El trabajo genérico tiene una importancia clave al inicio de la pretemporada, pero siempre dentro de cancha (excepto en alguna ocasión que utilizamos otros medios como la piscina, para buscar diferentes estímulos o variedad en la tarea). Tratamos de integrar al máximo los conceptos junto con conceptos técnico-tácticos de nuestro estilo de juego. 

Es cierto que planificamos la pretemporada buscando progresividad y empezando suave, sin tener prisa, para reducir los posibles riesgos de lesión derivados de la carga alta post-verano e igualar niveles físicos de todos los jugadores, pero en el baloncesto profesional cada semana cambia, y se hace complicado planificar conceptos más allá de 2 semanas vista. Tenemos una idea general de qué queremos conseguir, pero cada semana ajustamos el trabajo en función de los viajes, horarios de partidos y estado anímico del equipo. 

5. ¿Como cuantificas las cargas con tus equipos?

Hay una comunicación constante con cada jugador, eso ayuda mucho para ajustar cosas en su entrenamiento “invisible” y sus hábitos. Además, utilizamos la hoja Excel que os habéis currado desde LJDunk para controlar la carga a través del RPE. 

Actualmente no cuantificamos el resto de parámetros. Somos un club que ha crecido muy rápido en muy poco tiempo (3 ascensos en 3 años pasando de 1ª Nacional a Leb Oro) y hay muchas cosas que son más prioritarias para poder mantener la estructura. Queremos seguir mejorando y progresivamente añadiremos herramientas para poder cuantificar la carga en próximas temporadas. 

6. ¿Que importancia das al entrenamiento invisible (nutrición, alimentación, decanso, etc) y como conciencias a tus jugadores de su papel fundamental en su rendimiento y su salud?

Es clave y pensamos que es importantísimo para el rendimiento, la recuperación y la prevención de lesiones. Realizamos, dependiendo de la semana, entre 9 y 12 sesiones semanales. Hay días en los que realizamos 3 sesiones y la recuperación entre sesiones y entre un día y otro es un factor fundamental. Aquí la comida y la calidad del sueño son clave. Buscamos encontrar un equilibrio entre los hábitos del jugador y pequeños cambios de hábitos que le ayuden a mejorar su rendimiento. 

Igualmente, la comunicación con cada jugador es clave y es el pilar fundamental para implementar estos pequeños cambios. Varios jugadores complementan su alimentación con ayudas ergogénicas como proteína o creatina para mejorar esta recuperación. 

7. Como enfocas la individualización de tus jugadores: trabajo por posiciones de juego, características físicas, lesiones previas, minutos jugados, preparación genérica versus específica.

Dentro de la estructura semanal, avanzamos de lo más general a lo más específico tanto en gimnasio como en cancha. En gimnasio, comenzamos por rutinas más generales, más orientadas a compensar y reducir riesgo de lesión. La individualización en el gimnasio cobra más importancia dentro de la semana y buscamos más gestos explosivos conforme se acerca el día de partido. 

Además de esto, también tenemos espacios en cancha donde cada jugador realiza un trabajo individual de rutinas para fortalecer esos puntos débiles que detectamos en pretemporada o durante la misma, o potenciar aquellos que le permitan rendir más. Buscamos consensuar este trabajo con el jugador. Es clave que el jugador crea en lo que está haciendo para conseguir adherencia y constancia en las rutinas y obtener el resultado que buscamos.

Tenemos sesiones en el gimnasio en las que vamos conjuntamente con todo el equipo y luego, cada jugador realiza más o menos sesiones en función de sus necesidades, estado de forma, tipo de semana… etc. La mayoría de veces lo hacen de manera autónoma, pero a menudo acompañamos a los jugadores cuando necesitan la ayuda de los preparadores físicos. 

Respecto al trabajo en cancha, individualizamos por posiciones (interiores/exteriores) siempre que podemos y la comunicación en el cuerpo técnico es constante para planificar el trabajo semanal. Hay semanas que buscamos hacer un trabajo introductorio de activación, otras más potenciar la estructura socioafectiva y otras introducir circuitos HIIT para mejorar umbrales. 

8. Que cambios habéis llevado en el club para afrontar esta temporada en una categoría superior, tan exigente como la LEB ORO.

Especialmente a nivel interno. Antes eramos 3 en el cuerpo técnico en el día a día. Ahora somos 5. La exigencia de la categoría y los jugadores es mayor. Cada uno tenemos una o dos funciones definidas dentro del cuerpo técnico pero al final todos tenemos que hacer de todo cuando es necesario. 

También el club ha dado un paso grande en redes sociales y difusión. No sólo lo que ocurra con el Leb Oro, sino también la cantera, que tiene más de 250 niños y niñas y cada año crece. 

Para todo el club y la ciudad de Almansa, poder vivir esta experiencia es todo un privilegio y estamos afrontando con mucha ilusión el día a día. Las relaciones son muy cercanas entre aficionados, jugadores, directivos y entrenadores, y ese “cariño” hace que el baloncesto sea, ahora mismo, el deporte de moda en Almansa. 

La buena conexión entre el primer equipo y los aficionados es una de las mayores joyas que ahora mismo estamos disfrutando. Cada fin de semana “La Bombonera” (nuestro pabellón) se llena con más de 1000 aficionados que nos apoyan ganemos o perdamos. Es algo increíble y raro de ver, pero nos recuerda de donde venimos y nos “obliga” a dar el máximo en cada partido. Es una gran motivación tener ese apoyo constante durante estas últimas temporadas, especialmente en esta en la que el inicio del equipo en la liga ha sido duro. La afición siempre ha estado ahí y es nuestro 6º jugador. 

9. Por último que consejos darías a actuales estudiantes de ciencias del deporte o preparadores físicos iniciándose que quieran progresar en este campo.

Lo primero: ¡que nunca dejen de aprender y de formarse! De cualquier persona, preparador físico o entrenador. A veces buscamos grandes referencias a nivel mundial, aunque hay mucha gente en clubes con gran experiencia y formación que hacen cosas excelentes. Este mundo cambia muy rápido, y la carrera es sólo el inicio, luego la formación y la curiosidad debe acompañarnos en nuestro día a día.

Buscar el equilibrio entre exigencia y adaptación al jugador es clave, especialmente en el baloncesto profesional. Conocer sus rutinas, hábitos, debilidades y fortalezas es importante para que el deportista nos vea como un profesional útil para conseguir sus objetivos en el día a día. 

Tener una alta capacidad de adaptación y de reinventarse. Ya sea por falta de material, sucesos inesperados en el día a día o demandas del entrenador o del equipo. Las cosas muchas veces no salen como nos imaginamos o nos esperamos y nuestra capacidad de reacción es clave. Obviamente, la experiencia ayuda mucho en esto. Personalmente siempre trato de “no dar nunca por hecho” y esto me ayuda bastante.